Testigos, Misioneros Y Discípulos del Señor
"
El Señor me ha dado lengua de discípulo para que haga llegar al cansado una palabra alentadora." (Is 50,4)
Uno de los momentos de mayor profundidad..., estar a los pies del Maestro. " Y he aquí que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Ensenándoles a guardar todo lo que yo les he mandado." (Mt 28,20)
El P. Agustín D.J. compartiendo la Eucaristía y desentrañando el Misterio Sagrado de la presencia del Señor que se nos ofrece en el Pan de la Vida. "YO soy el pan vivo bajado del cielo, si uno come de este pan, vivirá para siempre." (Jn 6,51)
El ministerio de Música es casi como el alma de todos los Ercaj. pues, ayuda a profundizar el encuentro con Jesús Maestro. " Él realza la frente de su pueblo, de todos sus amigos alabanza, de los hijos de Israel, pueblo de su elección". (Sal. 148,14)
El ministerio de prédica a cargo del P. Francisco Miguel procura enamorar a los jóvenes del Amor de Dios. " Tú eres un cobijo para mí, de la angustia me guardas, estás en torno a mí para salvarme." (Sal. 32,7)
"El Señor me ha dado lengua de discípulo para que haga llegar al cansado una palabra alentadora." (Is 50,4)
Uno de los momentos de mayor profundidad..., estar a los pies del Maestro. " Y he aquí que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Ensenándoles a guardar todo lo que yo les he mandado." (Mt 28,20)
El P. Agustín D.J. compartiendo la Eucaristía y desentrañando el Misterio Sagrado de la presencia del Señor que se nos ofrece en el Pan de la Vida. "YO soy el pan vivo bajado del cielo, si uno come de este pan, vivirá para siempre." (Jn 6,51)
El ministerio de Música es casi como el alma de todos los Ercaj. pues, ayuda a profundizar el encuentro con Jesús Maestro. " Él realza la frente de su pueblo, de todos sus amigos alabanza, de los hijos de Israel, pueblo de su elección". (Sal. 148,14)
El ministerio de prédica a cargo del P. Francisco Miguel procura enamorar a los jóvenes del Amor de Dios. " Tú eres un cobijo para mí, de la angustia me guardas, estás en torno a mí para salvarme." (Sal. 32,7)
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